Acerca de

Yorley y familia

Hola, soy Diana Yorley, esposa y madre de tres pequeños con muy buena letra. Desde siempre me ha encantado enseñar, y la vida —con su ternura y sus sorpresas— me regaló el camino perfecto para cultivar y compartir un talento que creció en lo escondido: enseñar a escribir bien… de verdad.


¿Cómo empezó todo?

Todo comenzó con la caligrafía, cuando Freny y yo nos conocimos trabajando en una empresa de diplomas. Él, además de ser hoy desarrollador de software, fue calígrafo en su juventud. Trabajamos juntos durante años elaborando pergaminos, tarjetas y enseñando caligrafía. Así empezó una aventura que hoy se renueva con más fuerza y propósito.

Técnicas y resultados

Durante los últimos años, mientras me dedicaba de lleno a nuestro hogar y a educar a nuestros hijos, fui desarrollando una combinación muy práctica y efectiva de técnicas antiguas, modernas y algunas que Dios me regaló por el camino. Hoy puedo decir con certeza que cualquier persona puede mejorar su letra, sin importar su edad, en menos tiempo del que imagina. Y eso me emociona muchísimo.

Los resultados hablan por sí solos: niños que pasaban de trazos caóticos a escribir con orden, armonía y alegría. Papás y docentes que, al aplicar estos métodos, se sorprenden de lo que sus hijos logran. La clave está en lo esencial: la postura, la motricidad, la memoria muscular, y sobre todo, una enseñanza amorosa, paso a paso, como se aprende a bailar o a rezar.

Misión y vocación

Mi vocación como mujer católica y consagrada a Jesús por María me impulsa a servir con todo el corazón. Quiero que este conocimiento llegue a muchas familias, maestros y escuelas, no solo en español, sino próximamente también en inglés. Porque escribir bien es más que estética: es estructura mental, salud física, orden interior… y un regalo que dura toda la vida.

¡Bienvenido a este espacio donde la letra se convierte en arte y en camino de crecimiento personal!

Con cariño,

Firma Yorley